Actividades Económicas
Tradicionalmente la minería y en menor medida, las actividades agropecuarias han resultado la base económica de la localidad de Castel de Cabra. A pesar de que en la actualidad ambas orientaciones están sujetas a un escenario de reajuste, su peso en el conjunto de la economía local continua resultando importante.
Comenzando por la actividad minera esta zona ya es nombrada por sus yacimientos de carbón y azabache. En 1607 Juan Bautista Labaña cita la extracción de azabache en Utrillas y Montalbán. En 1798 Ignacio de Asso habla de excavaciones antiguas y recientes de azabache en Montalbán y las aldeas próximas. Pero va a ser en el siglo XIX con el empleo del lignito como combustible doméstico y para las primeras industrias, cuando comienza a explotarse zonas de Aliaga, Utrillas y Escucha. Entre Castel de Cabra y Montalbán se extrae del Barranco de la Tejería. Con la creación de Minas y Ferrocarriles de Utrillas (MFU) a principios del siglo XX comienzan a adquirir antiguas concesiones y explotarlas de una manera mucho más industrial. Con la creación del ferrocarril de Utrillas a Zaragoza, la mayor parte de la producción va a salir con destino a Zaragoza. Muchos de los pueblos cercanos a Utrillas van a tener población trabajando en las diversas minas abiertas en este momento. También se construyó la central térmica de Utrillas que entró en funcionamiento en 1930. En Castel de Cabra la explotación a cielo abierto Mina María va a ser la última mina del término municipal. A mediados de los años ochenta del siglo XX comienza la decadencia del sector de la minería en la comarca de las Cuencas Mineras.
Aunque las actividades agrarias se hayan limitadas por las condiciones agroambientales del territorio, que no permiten el desarrollo de una agricultura intensiva, la localidad mantiene, según datos del último censo agrario, en torno a 1.100 ha ocupadas por tierras de labor, lo que supone el 38% del total de la superficie municipal. El número de explotaciones agrarias alcanza las 33, todas de carácter familiar. En lo que respecta a los cultivos destaca la producción de herbáceos, con casi el 50% de las hectáreas ocupadas por cereales de invierno como la cebada o el trigo. A esta superficie hay que sumar los terrenos destinados a barbechos y retirada de tierras, con lo que la producción cerealista de secano es la principal orientación agronómica de la localidad.
Mayor relevancia tienen las actividades ganaderas, con una cabaña total que supera las 3.000 cabezas, la inmensa mayoría de ellas de ovino, la principal orientación ganadera tanto de la localidad como del conjunto de la comarca.
El resto de actividades económicas presentes en la localidad se distribuyen entre 11 actividades distribuidas en los sectores agropecuario (5 actividades), construcción (1) y servicios (5).